20 haikus de Antonio Reinoso Lamela


Antonio Reinoso Lamela nació en Sevilla en 1969. Según sus propias palabras, "desde siempre me han apasionado las artes y el conocimiento; quzá por eso, por querer abarcar tanto, estudié filosofía en mi ciudad, carrera que acabé, pero que no ejerzo profesionalmente. Trabajo en el INE haciendo encuestas, lo cual, dicho sea de paso, me deja bastante tiempo para leer y escribir. Mi objetivo en la vida es vivir lo más honrada y felizmente posible. Si eso se contagia a alguien, a través de mi ejemplo personal o de lo que escribo, pues miel sobre hojuelas".


MIRLO

La luna entiende
al sutil telonero
de la mañana.


*


Lluvia menuda.
Innumerables labios
besan mi cara.


*


Tú no hagas nada.
Como el rocío a la flor
cae la gracia.


*


Al despertarte,
la luz va derritiendo
icebergs del sueño.


*


La encina sola,
arrancada de cuajo.
Yo sí te he visto.


*


En el estanque,
el cielo se ha parado
a contemplarse.


*


La luz se endulza
en el sol de septiembre.
Miel de la tarde.


*


Cuando no estés,
¿te oirán tus poemas
del otro lado?


*


Ardes y mueres
a medida que vives.
Como la vela.


*


El sol de agosto
va teniendo pereza
de levantarse.


*


Suma inocencia:
el pájaro enjaulado
nos da su canto.


*


Alzo del suelo
una pluma caída.
Parece de aire.


*


Contra la roca,
lo que no hace el martillo
lo puede el agua.


*


Cantan los pájaros;
todo empieza de nuevo.
La luz se estrena.


*


La ciencia sueña
desvelar el misterio
con peso y metro.


*


¿Quién apuñala
la luz ensimismada
del sol poniente?


*


Mira la fuente:
en su fin su principio
del puro instante.


*


Del sol de marzo
la mariposa cae
como una hoja.


*


En cada nota,
milagro de la música,
se te da toda.


*



El agua sube
a su cielo de nube
cuando se muere.


*


Si miro veo
los brotes de las ramas
crecer por dentro.


*


Noche estrellada.
El silencio de Dios
se hace más grande.



 Al aire