Olga Real Riera.- Líneas de flotación es un conjunto misceláneo en el cual encuentras, si eres buen observador, el alma del autor reflejada en el mundo entero. Lo esencial se ve si uno sabe ver, al igual que lo esencial se transmite si uno sabe trasmitir. Al plantearse temáticas imprescindibles que hay que abordar si uno sabe hacerse preguntas, el autor -mostrándonos quién es- nos muestra quienes somos, pues así, conociéndose a uno mismo, es como se conoce a los demás. Es este un libro lleno de pensamientos que se transforman en incógnitas y preguntas sin respuesta, un libro de reflexiones personales, que son en realidad reflexiones universales: del mismo modo que Armstrong relacionó al pisar la luna el hombre con la humanidad, así funciona la transmisión de conocimiento entre el autor y el lector, pues lo que uno logra atisbar entre sus múltiples inquietudes, el otro lo recibe posando su mirada y su comprensión en aquello que le ofrecenLa trascendencia que supone hacerse preguntas, lo es todavía más si se hacen las preguntas correctas, y a eso nos llevan las afirmaciones del autor, a intentar dar un sentido a sus palabras como si de un espejo se tratase. Las descripciones de lo indescriptible (para algunos) son un regalo que la lectura nos brinda desde los albores de los tiempos y, cuando eso sucede en menos de tres líneas, supone un reto tanto para la inteligencia como para el corazón. Porque hay una intelectualidad que proviene del corazón, y esa, es la que nos atraviesa todos los sentidos llevándonos, si tenemos suerte hacia una nueva visión de nosotros, del mundo y de los demás. Exponer un sentir sin sentimentalismo es, en los tiempos que corren toda una hazaña, y eso, en este pequeño libro se ha conseguido.
Tras los aforismos de Trull hay una forma caballeresca y espiritual de entender el amor. El coraje y la rendición se entremezclan según el destino y las circunstancias se presenten. Me ha hecho sonreír al afirmar que enamorarnos de las mentes no nos convierte en el acto en más inteligentes, ya que que es una presunción muy extendida, supongo que para calmar complejos e inseguridades varias. Lo que nos sucede en el amor, las excusas que nos ayudan a autoengañarnos, están bien desengranadas, señalando en una frase que todos somos clasistas, y en otra que creer haberlo visto todo es una forma de ceguera.
Acabé la lectura dándole vueltas a este aforismo: "Es desesperante, cuanto más leo, más me queda por leer". Porque eso es lo que nos pasa, a los que nos gusta la lectura, ya sea de grandes relatos, de pequeñas historias o de aforismos, que nos quedamos con sed cuanto más bebemos.
Felix Trull, Líneas de flotación. Libros al Albur, Sevilla, 2018.
Karlos Linazasoro (Tolosa, 1962) es licenciado en filología vasca y bibliotecario de profesión. Ha cultivado, en euskera, casi todos los géneros literarios: literatura infantil y juvenil, narrativa, teatro, poesía y periodismo. Traducidas al castellano tiene: Depósito ilegal (Alberdania, 2006) y Itoko dira berriak. Ménsula que el cielo sostiene (Atenea, 2005). En el ámbito aforístico, ha publicado Lo que no está escrito (Eclipsados, Zaragoza, 2010). Los aforismos que presenta Microfilias proceden de su último libro, Nunca mejor dicho, recién publicado por la editorial Trea, de Gijón.Las chiribitas de Miguel Floriano
Los aforismos de Emilio López Medina
Las salpicaduras de Fernando Menéndez
La sabiduría hecha materia, de Rubén Casado
