
Pues bien, también es posible escribir aforismos sobre el aforismo y seguro que dentro de cien años los aforismos sobre el aforismo no serán iguales, porque tampoco lo será el aforismo. Carmen Canet, la autora de La brisa y la lava, hace hincapié en el carácter inacabado del aforismo, en lo que deja de decir pero deja caer, en la sugerencia poética, pero el aforismo clásico era más sentencioso y agudo que poético y sugerente y no se le pedía tanto que tocara nuestra sensibilidad con pinceladas e imágenes como que convenciera a nuestro entendimiento con un razonamiento definitivo y dicho del mejor modo posible.
Escribir aforismos sobre el aforismo no sirve solo para aprender bien qué es un aforismo, sino para que los disfrute quien ya lo sepa. Frente a algunos aforismos de esta obrita que son solo pinceladas variopintas que no aportan mucho sobre la naturaleza del aforismo sino de la impresión que pueden causar por sus temas algunos aforismos, los más interesantes de este librito metaaforístico son los que mediante la sugerencia y el trazo certero indican con agudeza todo lo relevante sobre el arte y el efecto del aforismo, su función, su consecuencia, ritmo, estructura, sus efectos morales en el alma, los principios morales y estéticos elementales que deben respetar… A veces uno está de acuerdo con ellos y otras veces no, pero hacen pensar. Por ejemplo, “Aforista: malabarista de palabras”: sí que tiene algo de malabarismo esto de decir lo máximo con las mínimas palabras, pero el buen aforismo es más que un malabarismo: es una gota destilada del mejor pensamiento. Y qué gran verdad es que“Los aforismos nos preguntan y nuestro pensamiento responde”; eso hace el buen aforismo: soltar una bomba y dejarnos a solas con la onda expansiva. “Llamamos máxima a una frase mínima” es una manera excelente, paradójica y sugerente de encarecernos el desfase maravilloso entre la envergadura y el peso del pensamiento que el aforismo porta y el reducido número de portadores léxicos que requiere. “Los buenos aforismos dejan siempre abiertas las puertas. Y las ventanas” me parece una máxima moral para el aforista que quiera, además de hacer una frase ingeniosa, ayudar a quien la recibe. ¿Para qué dar a los demás razones para suicidarse? “El aforismo es el hueco donde caben las palabras precisas” es una verdad como un templo: si caben más, entonces no nació para aforismo. “El aforismo se reserva su secreto” puede significar muchas cosas, pero a mí me gusta que signifique que los vericuetos del pensamiento para formular in medias res y suspenso en el vacío lo que nació entero y agarrado a muchas cosas se los guarda el aforista para sí. “El aforismo es un mano a mano” me parece una manera estupenda de decir que, frente a un tratado donde el autor derrama mil pensamientos imbricados, el aforismo es una idea sencilla y desnuda, pero armada y ofrecida o enfrentada al intelecto de quien la lee. Una de mis favoritas es “El aforismo debe ser siempre una frase respetable. Y a ser posible amable”. Supongo que, como todo, tiene sus salvedades, pero me parece un acierto señalar la vinculación de este género híbrido de poesía y filosofía con cierta altura moral y de miras, para que el aforismo no sea un cuervo que nos saque los ojos ni nos cierre las puertas, como aquel aforismo que soltó Bías de Priene, uno de los Siete Sabios de Grecia: “La mayoría de la gente es mala” (suponemos que él se consideraba una excepción).
Bienvenidos sean, pues, estos aforismos que tan pronto acarician el pensamiento como una brisa como lo ponen a prueba con su lava, pero que siempre abren puertas y ventanas, porque pertenecen a la luz y a la vida.
Los luminosos trallazos de Alejandro Lanús
Alejandro Lanús (Buenos Aires, Argentina 1971), es un escritor y poeta creador de aforismos, autor de Umbrales. Pulsaciones de una verdad esquiva, de la que proceden los textos que aquí reproducimos. Es la suya una concepción del aforismo estrictamente poética, que se decanta por la insinuación gnómica que entronca con la tradición oriental. Incidiendo en la contradicción que implica lo creado y la necesidad de superarla mediante un salto epistemológico que trascienda la dualidad, Lanús alumbra trallazos de luz para tratar de ubicarse fuera de la tensión de lo real, e invitar al lector a acompañarle en su viaje.
Elías Moro: terror a tener miedo

Felix Trull: El yoyó de Descartes

Felix Trull nació en una ciudad a orillas del Mediterráneo, aunque desde hace años reside en otra al borde de un río. Trabaja desde siempre en tareas editoriales, desde las más divertidas hasta las más tediosas. Ha publicado algunos textos (casi todos, con otro nombre), pero guarda en el cajón muchos más. Espera no ser reconocido nunca por la calle, por ninguna razón (ni buena, ni mala). También practica la fotografía. Viaja poquísimo. Habla solo lo justo. Come decentemente. Duerme bien.
Once aforismos sobre el aforismo

Las discurrencias de Miguel Cobo Rosa

Los aforismos de Emilio López Medina
Emilio López Medina es licenciado en Filosofía por la Universidad de Valencia y Doctor por la de Granada. Actualmente ejerce como profesor titular de la Universidad de Jaén. Se ha adentrado en el campo de la literatura y el periodismo, publicando obras como la pieza teatral Faustino. Dentro del género aforístico, se encuentra realizando un ciclo compuesto por siete obras acerca de otros tantas fuerzas motrices de la conducta humana; hasta ahora, ha publicado El dolor (Octaedro) y La ambición (Universidad de Jaén). Los aforismos aquí publicados pertenecen a este libro.
La ventana invertida, de Miguel Catalán

Las salpicaduras de Fernando Menéndez
Fernando Menéndez (Mieres, 1953) es autor de varios libros de poesía y de numerosos manuscritos caligrafiados que han sido objeto de varias exposiciones. En el campo de la aforística, ha publicado varios libros, tanto de creaciones propias como ajenas, entre los que destacamos Biblioteca interior, Dunas, Hilos sueltos o Tira Líneas. De su libro Salpicaduras (Trea, Gijón, 2013) publicamos una selección de algunas de sus, como las llama el autor, tachaduras, teselas, llamaradas: frases brevísimas cuya capacidad de sugestión invita a la reflexión.
La sabiduría hecha materia, de Rubén Casado
Rubén Casado Murcia (Ceuta, 1984) es diplomado en Relaciones Laborales por la Universidad de Granada. Ha publicado la plaquette Cacagénesis (Serie Vavosa de la Editorial Alea Blanca, Granada), el poemario digital Urbe desta Historia (Editorial Groenlandia, Córdoba) y el libro de ensayo-ficción Le dépaysé (Editorial Alhulia. Salobreña, Granada). Dirige Poesía en el Subterráneo, jam session mensual celebrada en la ciudad de Ceuta. Los aforismos que presentamos han sido seleccionados por el propio autor para su publicación en Microfilias.
Las serenas reflexiones de Ginés García
"Nací en Cartagena hace 42 años. La ironía es mi arma de combate favorita. Con ella trato de abrirme camino diariamente entre la docta barbarie y la ignorancia encantada de haberse conocido. Esta frase de Quevedo: “Las palabras son como las monedas, que una vale por muchas como muchas no valen por una”, expresa impecablemente bien lo que siento cada vez que me pongo a escribir, tras sumergirme en la irrefutable ambigüedad de la realidad. No escribo para deslumbrar, menudo disparate, sino para propiciar una reflexión serena".
Los aforismos de andar por cuásar de Bollaín

Las chiribitas de Miguel Floriano
Miguel Floriano Traseira (Oviedo, 1992) ha publicado los libros de poemas Diablos y virtudes (2013) y Tratado de identidad (2015). Poemas suyos han aparecido en la revista digital 'Círculo de poesía', dirigida por el poeta y crítico literario Alí Calderón, y en la I Antología Internacional de Poesía Contemporánea, promovida por la Asociación de Estudios Universitarios. Además, es irreductible púgil en las filas del Patarrealismo Salvaje, una secta oculta fundada por varios poetas y narradores ovetenses. También ejerce la crítica literaria.