Periferias imposibles




Para los soñadores en tierra etérea

"Mi pueblo es el centro del mundo porque el centro del mundo está en todas partes", leí que había escrito un tal Julio lejos de un tal París. París es el Jerusalén de los parias: por eso todos los sueños confluyen allí. Pero hay algo de tramposo en imaginar una común desembocadura para ríos tan extraños. Por eso no me cuesta nada imaginarme el centro del mundo en una fría ciudad de provincias del país más cálido del continente más cruel. Hablo de Soria, de Burgos, ¡de Ciudad Real! ¿Se puede ser más onírico en una ciudad que presume tanto de tan poco? Por eso fantaseo que le cuesta poco a cualquier mocoso de una fría ciudad de provincias darle al bombo de su coco con una maza de plastilina. Blam, blam, blam: "¡Soy el rey del mundo!¡Mi asno por una reina!". Vivir en sitios así te quita carácter y preserva tu libertad. ¿Quién podría sentirse definido por haber nacido en Huelva, en Cuenca, en Santander? Las ciudades medianas protegen la identidad personal; las metrópolis la anulan, imponiéndole la suya. En Oviedo, en Lérida o en Valladolid, los individuos campan a sus anchas: ellos toman las riendas; en Atenas, en Nueva York o en Los Ángeles, tiran de ellas. Por eso nunca he querido instalarme en una urbe con pasado y prefiero vivir en un perpetuo peregrinaje de pueblucho en pueblucho. Siento especial predilección por las pedanías, esas concentraciones humanas tan mínimas que no merecen ni un alcalde: tienen que valerse por sí mismas. Sé que estoy fantaseando, sé que nada es verdad, que en las ciudades de provincias la extremada cercanía te asfixia, mientras que en las megalópolis todo el mundo va a la suyo, que es lo de nadie, que es lo de Dios. Pero, en esta mañana de sábado en que la ciudad de Sevilla parece que se libera de un largo letargo impuesto, quiero soñar que vivo en cualquier otro enclave, con menos historia, sin apenas identidad, y que así puedo sentirme que formo parte de ese centro ideal que existe en cualquier lado y se extiende por todas partes, arrastrándote a ti, a mí y a todos hacia la común desembocadura de la eternidad desde estas periferias imposibles.

José Luis Trullo




Microfilias es una tribuna dedicada a los géneros breves en castellano, en la cual tenemos el gusto de alojar textos de creación de autores contemporáneos de España y Latinoamérica. contacto: revista.microfilias@gmail.com


MICROFICCIÓN


La tiranía de los espejos, de Vitale

De niño, en el barrio, se relataba la aventura de un vecino que había sobrevivido a un naufragio flotando durante una semana sobre una puerta. Desconozco quién era e incluso si la peripecia acaeció de verdad, pero no dejo de meditar en ese hombre, azul y agua, negro y agua, asido a una puerta por la que no es posible huir.

Diez micros de Ortiz Soto

Hundido en su sillón, Dios mira llover. Es el día cuarenta por la mañana, pero la oscura bruma no permite saberlo. En los escarpados picos de las montañas más altas, animales y humanos se disputan un palmo de tierra que, minutos después, yace bajo el mar. Son las agotadas aves migratorias las últimas en caer. En medio del océano anegado de muerte va el Arca con los pocos bendecidos. Aquello es todo lo que queda de su gran obra. Dios no puede más con tanto dolor y dispara…





HAIKUS


Herme G. Donis nació en Villalón de Campos (Valladolid) en 1951, aunque desde su infancia se encuentra ligada a Asturias. Ha publicado los libros de poesía Catón de infancia (Avilés, 1983), Marginalia urbana (Oviedo, 1986), El fuego desvelado (Madrid, 1987), Mientras el tiempo pasa (Mieres del Camino, 1989), Peregrinas andanzas (Gijón, 1997) y Vida y memoria (Antología 1983-2002). Actualmente reside en Madrid, donde colabora asiduamente en diversos diarios y revistas especializadas en literatura. Los haikus que publicamos han sido seleccionados por la propia autora.

Los haikus de León Molina

León Molina nació en Cuba en 1959 y llegó a España en 1966. Actualmente su vida se reparte entre la ciudad de Albacete y la aldea de Yetas, en el municipio de Nerpio, en la sierra albaceteña. Se declara a sí mismo como "un empedernido lector de poesía y apasionado observador de la naturaleza. Y suelo tener a mano papel y lápiz". Ha publicado varios libros de poesía (el último de ellos, El taller del arquero) y una recopilación de sus aforismos (titulada Mapa de ningún sitio) en la editorial sevillana La Isla de Siltolá. 




AFORISMOS


Alejandro Lanús (Buenos Aires, Argentina 1971), es un escritor y poeta creador de aforismos, autor de Umbrales. Pulsaciones de una verdad esquiva, de la que proceden los textos que aquí reproducimos. Es la suya una concepción del aforismo estrictamente poética, que se decanta por la insinuación gnómica que entronca con la tradición oriental, principalmente de ascendencia budista y zen, dejando de lado la vena moralista clásica de la escuela francesa. Incidiendo en la contradicción que implica lo creado y la necesidad de superarla mediante un salto epistemológico que trascienda la dualidad, Lanús alumbra trallazos de luz para tratar de ubicarse fuera de la tensión de lo real, e invitar al lector a acompañarle en su viaje.


Karlos Linazasoro (Tolosa, 1962) es licenciado en filología vasca y bibliotecario de profesión. Ha cultivado, en euskera, casi todos los géneros literarios: literatura infantil y juvenil, narrativa, teatro, poesía y periodismo. Aunque el grueso de su obra se ha publicado en euskera, se han sido traducidas al castellano: Depósito ilegal (Alberdania, 2006) y Itoko dira berriak. Ménsula que el cielo sostiene (Atenea, 2005). En el ámbito aforístico, ha publicado Lo que no está escrito (Eclipsados, Zaragoza, 2010). Los aforismos que presenta Microfilias proceden de su último libro, Nunca mejor dicho, recién publicado por la editorial Trea, de Gijón.




NANOENSAYO


José Luis Trullo comparte con nosotros tres notas de opinión reflexiva, o reflexión opinativa, sobre otros tantos temas de actualidad: el culto a la emoción en la cultura contemporánea, la manipulación inherente a los discursos contrarios al miedo, y la apuesta por el concepto de esmero frente a la exaltación del esfuerzo como fuente de acierto en las propias acciones.


Leyenda y función de la utopía

Contra cierta tendencia actual a reivindicar, de nuevo, un concepto tan añejo y caduco como el de utopía, el profesor Miguel Catalán nos advierte acerca del peligro que acecha detrás de sus cantos de sirena, y que no es otro que la fácil consolación imaginaria y sus efectos disuasorios respecto a una transformación efectiva de la realidad.




DIETARIOS


El escritor chileno Álvaro Campos escribe: "Desconfio un poco de los que sienten la literatura como algo suyo, desconfio en que la utilicen, orgullosos, como un medio para algo más. No existe ese "suyo", no existe ese "algo más". Sólo existe el malestar, el desgarro, la impotencia del choque de la ola turquesa de la imaginación, contra la masa tosca y gris de la arena de la realidad. El que escribe está condenado a desplazarse descalzo por la fisura, por los dolores del nómada, por los desvelos de la presa. Convaleciente del mundo, ni real ni imaginado, segrega algo que no sabe y en lo que no cree, algo que no genera ninguna ganancia y protección. El que escribe es sacerdote y sacrificio al mismo tiempo. Entonces ¿Que le pide el escritor a sus dioses mudos? Pide que lo liberen del pedir..."